Las caries son una realidad incluso antes de que los niños desarrollen su gusto por los dulces. Así que, tan pronto como salga el primer diente, será hora de convertir la buena higiene bucal en una prioridad.
La raíz del problema
Algunos de los factores que contribuyen al aumento de la caries dental infantil son:
- Padres que duermen a los bebés y niños pequeños con un biberón, dejando que la fórmula azucarada o la leche permanezcan en los dientes toda la noche.
- Permitir que los niños pequeños tomen zumo envasado o bebidas azucaradas sin cepillarse los dientes después, manteniendo los dientes cubiertos con azúcar que erosiona el esmalte durante todo el día.
- Mayor consumo de zumos envasados, bebidas deportivas o energéticas durante los almuerzos o meriendas como sustitutos del agua como bebida principal.
Si bien estos factores son importantes, todavía queda por resolver el problema de la falta de concienciación para cuidar adecuadamente los dientes de los niños si queremos prevenir la caries.
Desarrollar buenos hábitos orales de por vida
Hay pasos que puedes seguir para ayudar a inculcar buenos hábitos de higiene dental en tus hijos y mantener sus dientes libres de caries.
- Una vez que aparezca el primer diente, comienza una rutina de cepillado dos veces al día con un cepillo suave y una pequeña cantidad de pasta dental con flúor.
- Conforme crezca tu hijo/a, supervisa su rutina de cepillado: primero, permite que se cepille los dientes solo para ayudarle a desarrollar la habilidad y el hábito; y luego termina el trabajo tú mismo para asegurarte de que los dientes estén completamente limpios.
- Solo el agua es recomendable después de cepillarse los dientes por la noche.
- Limita el consumo de zumos y otras bebidas azucaradas.
- A medida que los niños mayores desarrollen más autonomía, observa su acceso a alimentos azucarados, refrescos y dulces, ya que algunos niños pueden esconderlos y consumirlos sin que lo sepas.
- Los adolescentes necesitan recordatorios “extra” de buenos hábitos de higiene oral. Refuerza la necesidad de que se cepillen los dientes dos veces al día y usen hilo dental una vez al día.
Además de los consejos anteriores, asegúrate de pedir citas regulares con el dentista como una parte inquebrantable de la rutina de atención médica de tu hijo.